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Pioneros en
cronógrafos Flyback
Hans von Schiller fue capitán de un zepelín en una época en que la simple mención de la profesión ya sorprendía a la gente. Pionero del turismo aéreo, sobrevoló el Ártico y cruzó el Atlántico hasta Estados Unidos y Sudamérica en innumerables ocasiones.
En 1929, Hans von Schiller iba a bordo del famoso dirigible alemán LZ 127, bautizado como Graf Zeppelin. El dirigible, de 236 metros de eslora, dio la vuelta al mundo en 12 días y medio. En la cabina había dos instrumentos LONGINES. Al final de este extraordinario viaje, el capitán felicitó a LONGINES por telegrama por la precisión y fiabilidad de los cronómetros y donó las históricas piezas a lo que más tarde se convertiría en el Museo LONGINES.
LONGINES también equipó el mayor dirigible comercial jamás construido que hizo una ruta regular entre Estados Unidos y Europa: el famoso LZ 129 Hindenburg. El zepelín ofrecía a decenas de pasajeros la comodidad de un transatlántico a una velocidad de crucero de 130 km/h. La sala principal tenía incluso un piano. La cabina estaba equipada con tres cronómetros LONGINES que indicaban el tiempo oficial, el tiempo de Greenwich y el tiempo sideral de Greenwich. Por desgracia, este zepelín sufrió un accidente mortal en 1937. Hans von Schiller sobrevivió ya que debido a un retraso en su viaje anterior, no pudo despegar.
La colección LONGINES SPIRIT continúa la tradición de los instrumentos de precisión de la marca para acompañar a los grandes exploradores en sus conquistas por aire, mar y tierra.
Ahora se ha ampliado para incluir un cronógrafo con función flyback, testimonio del papel pionero de LONGINES en el desarrollo de esta tecnología.
Descubra cómo Richard Byrd cruzó la Antártida con el LONGINES Spirit Flyback
Desplace para explorar
Con siglos de experiencia relojera a sus espaldas, LONGINES ha desempeñado un papel pionero en una serie de avances tecnológicos y sigue mostrando un compromiso inquebrantable con la innovación.
Descubrir ahoraEl Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC) es una organización sin ánimo de lucro reconocida oficialmente que certifica la precisión de los movimientos de los relojes y les otorga el estatus de cronómetro.
Un fondo transparente revela todos los detalles del calibre, incluido un peso específico grabado con el globo terráqueo que representa la colección LONGINES SPIRIT y el nombre LONGINES FLYBACK.
Un sistema intercambiable rápido y sencillo permite adaptar su LONGINES SPIRIT FLYBACK a cualquier situación, tendencia u ocasión.
Movimiento automáticoprovisto
de rueda de pilaresexclusivo
LONGINES
Reserva de marcha de 68 horas
Con espiral de silicio y resistente
a los campos magnéticos
LONGINES equipó a los pioneros más importantes de la aviación con instrumentos profesionales para el cronometraje y la navegación.
El flyback es una función adicional de los cronógrafos especialmente útil en términos de tiempo y velocidad. Con tan solo presionar el pulsador pone automáticamente a cero el segundero del cronógrafo.
Una sola pulsación permite tres operaciones (parada, puesta a cero y reinicio), a diferencia de los cronógrafos convencionales, que requieren que se activen las funciones de parada y puesta a cero antes de reiniciar el cronometraje.
Una función clave para los aviadores es poder medir con precisión las etapas de vuelo y comenzar otras nuevas mientras vuelan a gran velocidad.
Un cronometraje exacto es esencial para la navegación o para calcular las reservas de combustible.
Richard Byrd
El explorador debe recorrer unos 1290 km para llegar al Polo Sur.
El abrupto paisaje a sus pies está formado por glaciares, macizos y grietas.
El calibre 13.33Z modificado con función flyback (1929).
Richard Byrd utilizó un cronógrafo LONGINES calibre 13.33Z durante su expedición al Polo Sur en 1929.