<iframe src="https://www.googletagmanager.com/ns.html?id=GTM-52DKJGF" height="0" width="0" style="display:none;visibility:hidden">
Idioma
L4.795.4.58.0_PR
Ver los últimos artículos

Correas De Piel

Desde el principio de los tiempos, la piel ha tenido innumerables usos. Su elaboración ha recurrido siempre a numerosos oficios artesanales, la mayor parte todavía practicados hoy en día.

Aunque los progresos técnicos facilitan su fabricación en la actualidad, el conjunto de los procesos no ha cambiado con el transcurso de los siglos.

DE LA PIEL A LA CORREA

Las pieles son sometidas a un largo proceso destinado a prepararlas para su uso previsto. Se comienza por dividirlas en su grosor; posteriormente, se igualan, se alisan y se tiñen las dos partes. A continuación, se las trata de diversas maneras para darles las dimensiones, la flexibilidad y el acabado deseados. Una vez preparados para la confección, manos expertas se encargan de recortar, ribetear, pegar, pespuntear y coser los trozos de piel. Ciertas correas están provistas de una hebilla de hebijón clásica y otras, de un cierre desplegable. En general, se distinguen tres tipos de correas: deportiva, clásica y de moda. Las tres se someten a controles de solidez, resistencia a la tracción y a la abrasión, así como a diversas manchas. Solo varía el grado de resistencia al desgaste, según el uso previsto, y el aspecto general de la correa, según las actividades a las que se exponga

ESPECIES PROTEGIDAS

Hoy en día, la mayoría de las pieles transformadas en cuero proceden de la cría tradicional de ganado. Al igual que todo el Grupo Swatch en su conjunto, Longines respeta escrupulosamente las disposiciones de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES), firmada por Suiza. Para ciertos tipos de pieles, esta convención prevé la presentación de un certificado de origen y de una garantía de conformidad. Hoy en día, cualesquiera que sean las especies de las que procedan las pieles, todas provienen de criaderos reconocidos legalmente e inspeccionados de forma regular.

CUIDADO DE UNA CORREA DE PIEL: CONSEJOS PRÁCTICOS

Fabricada con un material natural, la correa de piel de un reloj Longines durará más tiempo si se toman algunas precauciones y se trata de forma correcta. Por regla general, se debe evitar exponer una correa de piel a productos químicos y a sustancias naturales que puedan estropearla o decolorarla. En caso de duda, proteja todo el reloj.

DSC01879

  • Protección contra el calor: No deje nunca una correa de piel cerca de una fuente de calor: chimenea, radiador o calefactor, horno o cocina.
  • Protección contra la luz: Evite exponer la correa a una luz directa intensa, al sol o incluso a una lámpara eléctrica durante un tiempo prolongado.
  • Secado de una correa mojada. Deje secar una correa mojada o simplemente húmeda a temperatura ambiente o, si es posible, en un lugar fresco.

LIMPIEZA DE UNA CORREA DE PIEL

Una correa de piel manchada o sucia debe limpiarse de inmediato.

Existen dos tipos de limpieza recomendados:

  • Limpieza con agua. Un simple trapo húmedo es perfecto para esta operación, en especial, en el caso de pieles lisas o granosas. Incluso aunque la piel requiere una cierta humedad, hay que procurar que la correa no se empape.
  • Limpieza con cepillo. Para las pieles de tipo nobuk o con acabado de ante o terciopelo es conveniente utilizar un cepillo suave para eliminar la suciedad y enderezar las fibras de la superficie.

No utilizar disolventes

Montada en un modelo Longines de inspiración tradicional o contemporánea, una correa de piel tratada correctamente y limpiada de forma regular tendrá una vida útil que varía de seis meses a un año. Todo depende del modo de vida y de las actividades del propietario, del clima y del entorno en el que se lleva el reloj, sin olvidar los metales y los diversos materiales (productos cosméticos, perfumes, joyas, tejidos, etc.) con los que esté en contacto la correa.