Inspirado en el Longines Ultra-Chron Diver original de 1968, el nuevo modelo y su nuevo calibre de alta frecuencia representan la primera reinterpretación de lo que distingue a Longines: su condición de pionero en el mundo del cronometraje deportivo.
Será del agrado tanto de los aficionados a los relojes de época como de los amantes de la alta tecnología. La precisión del Longines Ultra-Chron queda confirmada por su certificación como "ultracronómetro" por TIMELAB, un laboratorio de pruebas independiente de Ginebra. Esta designación va más allá de la certificación habitual de "cronómetro".
